El sistema neurotransmisor de la dopamina se ve estimulado por el alcohol. Un estallido de dopamina fluye al centro de recompensa del cerebro produciendo un sentimiento de placer y euforia. Quieres experimentar ese sentimiento una y otra vez y es puede producir adicción al alcohol.
Si bebes alcohol de manera regular por un periodo prolongado de tiempo tu cerebro se adapta a ello. Se vuelve menos sensible a la dopamina, y libera una menor cantidad de dopamina para sí mismo. En la abstinencia al alcohol, las concentraciones de dopamina en el cerebro son muy bajas y esto puede producir sentimientos de depresión. Quieres beber otra vez para revertir esto, lo que también puede producir adicción al alcohol.